El San Bernardo es famoso por su función como héroe de personas que se han visto atrapadas en la nieve, sin posibilidad de supervivencia, y han visto a este inmenso y gentil animal que las ha encontrado y salvado. Este animal ha protegido la vida de muchas personas.
Se le identifica, también, por un barril de brandy colgando del cuello; este licor servía para reanimar a las personas que se encontraban al borde de la muerte a causa del intenso frío. Y gracias a la película de Beethoven, la del perro San Bernardo, también se considera este perro como un animal dócil y tierno y amante de los niños.
Es cierto que estamos ante una raza que puede ser cariñosa. De hecho las hembras lo son mucho, pero no tanto los machos, que son muy dominantes y regios, con una personalidad más propia de perros de guardia. Eso los convierte en uno de los mejores para este trabajo.
El San Bernardo necesita un adiestramiento que empiece muy pronto. A causa de su comportamiento suelen ser un poco dominantes con sus dueños, así que tan pronto como sea posible hay que enseñarle quién manda para evitar problemas mayores. No es un perro excitable, y suele ser muy tranquilo, nada destructivo e incluso un poco vago, pero hay que hacerle saber quién es el líder aquí.
El San Bernardo es en definitiva un buen perro de compañía y aún mejor de guardia. Si lo educas desde bien pequeño tendrás al mejor compañero y guardián, que protegerá tu casa y tu familia con todas sus fuerzas.