¿Sabías que para los perros sin raza es mucho más difícil encontrar un hogar que para uno que es de raza pura? ¿Por qué crees que sea?
Como ya sabrás si llevas un tiempo siguiéndome, mi primera perra, Linda, era una mestiza. Es decir, no tenía raza. Aun así era la perrita más adorable y la quise de todo corazón hasta el día en que se marchó. También tuvo perritos mestizos, a cual más bonito, que pude colocar en buenos hogares… pero es cierto: fue muy difícil.
¿Por qué las personas se obsesionan con las razas? ¿Es acaso que piensan ir a competiciones? No, la mayoría no. ¿Es porque creen que eso los hace más elegantes? Puede, pero es falso: un mestizo es igual de elegante, e incluso más leal y dulce que un perro de raza.
¿Cuál es el problema? Pues sencillamente, que así nos lo han inculcado desde siempre. Los perros de raza son “mejores”, y mientras tanto, lo que en algunas regiones llaman “chuchos” (es decir, los mestizos) son de segunda categoría.
Y así las protectoras de animales y las calles se llenan de “chuchos” abandonados, que solo quieren un hogar y una familia a la que amar.
¿Tú qué piensas? Si tu perro es de raza, me encantaría leer tus motivos. Si no, ¡cuéntame las virtudes de tu mestizo!
PD: ¡Que no se te pase! Tienes disponible mi libro Cómo Enseñar a Tu Perro a Hacer Sus Necesidades en Un Solo Lugar. Sea de raza o un cariñoso mestizo, tu perro necesita y merece su propio retrete.