¿… el Yorkshire comenzó a criarse durante la revolución industrial del siglo XIX, y para cumplir con un trabajo muy concreto?
La raza no comenzó para ser mimado y consentido, un perrito faldero adorable al que poner lacitos y llevar a la peluquería regularmente. De hecho, en sus orígenes estos perros eran perros de trabajo: su misión en la vida era perseguir ratones en las fábricas textiles de Inglaterra.
Hoy, dos siglos después, el Yorkshire rara vez tiene trabajo… pero eso no evita muchos de los rasgos característicos de un ratonero. Por ejemplo, sin duda habrás notado que es muy enérgico, y pese a su pequeño tamaño corre por todas partes. También es un perro bastante ladrador cuando se pone.
También es posible que te hayas dado cuenta de que los Yorkshire son perritos muy valientes que se enfrentan a animales mucho más grandes, un rasgo que viene de cuando tienen que enfrentarse a ratas enormes o a grandes grupos de roedores.
Y esto podría no pasar de ser una anécdota interesante de no ser porque ese nivel de energía tiene un papel importante en el día a día de un Yorkshire Terrier: es esa energía la que lo hace ladrar a cualquier hora y compulsivamente, la que lo hace correr por la casa, morder tus zapatos, gruñir cuando tocas su comida…
¿Algo de todo esto te suena? Es posible que tengas un perrito hiperactivo. Y no, la verdad es que no es gracioso cuando te despierta de noche, cuando destroza tus cosas, cuando incluso te llega a morder.
Así que si tienes un Yorkshire Terrier, ¡trátalo como es debido! Cubre sus necesidad: no solo el amor y cariño, sino también, y muy especialmente, el ejercicio y la disciplina. Necesita ambas cosas igual que la comida.
Marcos Mendoza
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