Por regalitos entendemos esos presentes indeseados que nuestros perros a veces, en especial cuando son cachorros, nos dejan por el suelo, debajo de las mesas y las camas, detrás de las puertas o en medio del salón.

Piensa en un niño: los niños hacen sus cosas en los pañales, ¿no es cierto? Y si no llevan pañales se lo hacen encima. Hay que enseñarles dónde tienen que hacerlo.

Pues a tu cachorro le pasa lo mismo. No lo hace por molestarte, simplemente hace sus necesidades en el primer lugar que encuentra, y es tu deber, como su dueño, de enseñarle dónde es que tiene que hacerlas.

De nada sirve que lo castigues después porque tú no le has enseñado. Es injusto, ¿no te parece?

El problema es que las personas, a menudo, no saben cómo se enseña a un cachorro el lugar para hacer sus necesidades. Aquí entra mi plan maestro: una estrategia infalible para lograr este objetivo.

No, no tiene que ver con maltratar a tu perro. El verdadero adiestramiento canino no pasa por el castigo, sino todo lo contrario: por el refuerzo de las buenas actitudes.

Si le das un premio cuando hace sus cosas en el lugar que tú quieres, querrá repetirlo para recibir otro premio; en cambio si lo castigas por no hacerlo donde quieres, en primer lugar seguirá sin saber dónde debe hacerlo, y en segundo lugar lo hará siempre que no lo veas.

¿Ves la diferencia? Pues es la base del plan maestro que te presento aquí:

» Échale Un Vistazo «

Espero que mis consejos te sean útiles, querido amigo. Nos vemos pronto.

Hace poco un viejo amigo con el que me reencontró me habló de su perro. Me causó gracia cómo lo expresión: los campos de minas en casa no son muy saludables. Lo dijo con el hombro dolorido y el tobillo vendado por una torcedura. Se había resbalado hacía unos días con el charco de orina de su perro.

¡Claro! Su mascota no está acostumbrada a hacer sus necesidades en un lugar concreto, con lo que va dejando sus presentes por todas partes. ¿Qué sucede entonces? Que hay accidentes. Es inevitable, y también muy lógico.

Y la solución no es ni de lejos empujar el morro de tu perro contra el pis que ha hecho, ni gritarle, ni tampoco golpearle. Todo eso no te servirá de nada, porque lo más seguro es que no relacione el hecho de hacerlo, con el castigo que está recibiendo.

Lo sencillo no es enfurecerse y castigar a tu perro cuando no lo entiende. Lo que es verdaderamente fácil es enseñarle dónde hacer lo que tiene que hacer.

¿No me crees? ¿Cuán complejo crees que será darle una recompensa cuando haga sus necesidades en el lugar que elijas para ello? Nada, salvo un poco de tu atención.

»Ven Y Averigua Cómo Se Hace «

Es fácil, es rápido, y muy satisfactorio.

¿Te has encontrado alguna vez con regalitos no del todo agradables de tu perro? Ya sabes, esos que están hechos en forma de charcos de orina en el suelo, o unas heces detrás de la puerta…

Puede que tu perro lo haya dejado con todo su cariño. No, en realidad no, lo sabes, ¿no es cierto? No está intentando hacerte un regalo ni mostrarte su afecto; te muestra su afecto si caza algo y te lo da, porque eres su alfa, pero si hay orina y heces en alguna parte de la casa ya no es cariño: es que no podía aguantarse y no sabía dónde hacerlo.

He visto a personas enfurecer terriblemente con su perro por estas cosas. ¡Nosotros no aguantamos indefinidamente!, ¿por qué él debería? ¿No es absurdo?

En lugar de enfadarnos, deberíamos saber cómo enseñarle a un perro a hacer sus cosas en un lugar concreto, su propio baño. Es ideal comenzar cuando son cachorros, pero en realidad puede aprender a cualquier edad.

¿Tu perro ya sabe dónde hacer sus cosas si no puede salir a la calle? ¡Muchas felicidades! Tienes un perro educado y feliz. Pero si no, bien, te recomiendo aprender cómo enseñarle: todo será mucho mejor en tu casa si no encuentras charcos y heces en cualquier parte.

¿Reconoces la furia que se te enciende cuando ves los regalitos de tu perro por la casa? Ahora imagínate no volver a sentirla. Ah, resulta gratificante, ¿verdad?

No lo retrases más, te sentirás mucho mejor después.

» Descubre El Plan Maestro Para Que Tu Perro Vaya Al Baño «

Estoy seguro de que mi guía te será muy útil con este tema. ¡Nos vemos pronto!

Amas a tu perro, ¿verdad? Porque es adorable y cariñoso, te hace compañía, siempre está contigo. Pero admítelo: a veces lo odias.

Lo odias, por ejemplo, cuando muerde tus muebles. Y lo odias particularmente cuando orina y defeca en cualquier parte, y más todavía cuando lo pisas sin querer y ¡plaf!, resbalas sobre el charco de orín.

No solo es asqueroso, sino que también puede ser peligroso. La madre de una amiga se rompió la cadera, ¡la cadera!, al resbalar en el pis de su bichón maltés. Fue un mal trago, y apuesto a que quieres ahorrártelo, ¿verdad?

Mucha gente cree que esto se soluciona con unos buenos golpes bien dados y frotando el morro del perro contra sus desechos. ¡Nada peor que todo eso! Solo logras asustarlo, porque no entiende nada.

También hay personas que creen que, una vez el perrito ya hace sus cosas dentro de casa, no hay solución. Otro error común. Un perro SIEMPRE aprende, y puede aprender perfectamente a hacer sus cosas fuera de casa… o donde tú elijas.

No es tan complicado enseñarle a tu mascota a hacer sus necesidades. Y es incluso mejor empezar cuando es un cachorro.

¿Ya sabes dónde querrías que sea? Y no, no vale que sea únicamente en la calle. Si tú eres libre de ir al baño cuando quieras, ¿por qué no va a poder hacerlo tu perro? Dispón un lugar. Hay cajas de arena para perros. Hay espacios preparados para que hagan sus necesidades.

¿Lo tienes?

Bien. Ahora…

» Averigua Cómo Enseñarle «

Marcos Mendoza

¿No te resulta frustrante levantarte de la cama y pisar un charco de orina? ¿No te dan ganas de destrozar algo cuando vas de la cocina al salón y pisas una plasta de heces? ¡Qué asco! Sabes perfectamente que ha sido obra de tu perro, que siempre te deja regalitos por toda la casa. Son esos momentos en los que desearías estrangularlo…

Bueno, te diré algo: para entonces estrangularlo no sirve de nada. Ni ninguna clase de castigo, de hecho. Da igual que lo golpees con un periódico (mal hecho), le grites (mal hecho) o le frotes el morro contra el pis o la caca (todavía peor), a esas alturas es completamente inútil, y solo sirve para ganarse su miedo.

Pero tú eso ya lo sabes, ¿verdad?

Sabes que el perro no aprende del pasado, sino del presente. Para que no haga algo que no te gusta tienes que cogerlo con las patas en la masa y redirigir su comportamiento. En realidad es muy sencillo.

Claro, los accidentes ocurren. No arreglas nada enfadándote. En cambio sí lo arreglas con serenidad y unas ciertas nociones de adiestramiento canino. Y eso sí es fácil de conseguir.

Sin ir más lejos, yo te puedo enseñar el método infalible para que tu perro, tenga la edad que tenga, aprenda a hacer sus cosas en un mismo lugar. Estupendo, ¿eh?

>> Clic Aquí Para Echarle Un Vistazo <<

Disfruta de este conocimiento, ¡y a mejorar tu relación con tu perro!

¿Hay algo peor que encontrarte “regalitos” por todas partes, cuando son en forma de heces o pis? No, ¿verdad?

¡Menudos enfados cogía mi tía con el perro! Cuando era niño e iba a dormir a su casa, su enorme san Bernardo solía hacer sus necesidades en cualquier parte. De pequeño yo también me enfadaba, pero luego nació mi hermano y él también se hacía pis y caca encima, salvo que él llevaba un pañal.

Así que me puse a pensar… ¿por qué mi hermanito se hacía sus cosas encima? ¿Por incontinencia? En parte. Pero en buena medida porque todavía no sabía dónde hacerlo. Entonces, ¿por qué nadie se enfadaba con él, pero todo el mundo se enfadaba con el perro?

Al final comprendí que todas las personas entienden que los bebés no saben hacer sus cosas en el baño, y les enseñan, pero muy pocos comprenden en realidad que los perros tampoco saben, y si no lo comprenden, ¿cómo van a enseñarles?

Es algo que me sorprende de las personas. Aman a los perros, pero no tienen idea de cómo educarlos. Por ejemplo, ¿crees que tu perro te entiende cuando dices “no, perro malo, aquí se no hacen tus cosas, tienes que ir al jardín”? No, no lo hace; no entiende tus palabras, solo sabe que estás enfadado, ¡y no comprende por qué!

Imagínate las cosas a la inversa. Imagínate que el perro fuera el amo, y cuando fueras a hacer tus cosas en el baño él empezara a ladrarte y gruñirte, visiblemente agresivo. ¿Sabrías qué pasa? No, ¿verdad? Pues a él le pasa lo mismo.

Créeme, verdaderamente necesitas saber cómo enseñarle a hacer sus cosas en el lugar indicado. ¿Ya sabes cómo? ¡Estupendo! Pero si no…

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Marcos Mendoza