Hoy quiero hablarles de esas razas supuestamente peligrosas de perros, cuyos dueños necesitan permisos especiales.
Aunque la lista de razas varía según los decretos de cada país, hay algunas en común, como el pitbull y el rottweiler; y otros que por otras características también se consideran peligrosos, como por ejemplo el akita inu.
Pero esto va más allá. Hay ciertos rasgos que tachan a un perro de peligroso; es decir, una raza con estas características será inmediatamente considerada raza peligrosa:
-Cuerpo robusto y musculatura fuerte. Los perros de complexión fuerte y atlética son potencialmente peligrosos; por ejemplo el bullmastiff o el mastín napolitano (perros de naturaleza tranquila).
-Perros de carácter valiente y fuerte son también peligrosos, como en el caso del doberman (uno de los mejores perros guardianes, y más leales).
-Perros de pelo corto, como el bóxer, también.
-Pecho ancho y robusto, con lomo musculoso y generalmente corto. Un buen ejemplo es el bull terrier, pese a su pequeño tamaño.
Los perros potencialmente peligrosos, que son muchas razas a menudo tranquilas y amistosas, deben pasear con cadenas de no más de tres metros, con bozales especiales, y las leyes de algunos países dictan que además, estando en sus propias terrazas o jardines, deben estar atados en todo momento “por la seguridad de las visitas”.
Pero en la lista de razas peligrosas jamás encontrarás a ese caniche que atacó sin previo aviso a su dueña de 80 años, tirándola al suelo y rompiéndose así la cadera; ni tampoco a esos pastores alemanes que se lanzaron sobre un niño y lo dejaron muy grave en urgencias. Eso son “casos aislados”, como también son casos aislados los de pitbull maltratados por sus dueños para ser agresivos con todo lo que se mueva.
Por alguna razón, el pitbull es peligroso pero el caniche no. Qué curioso, ¿no es cierto?